Numerosos crímenes tuvieron lugar, siglos atrás, en lo que hoy en día es el centro de la capital escocesa, Edimburgo, aprovechando la oscuridad y soledad de las esquinas. En este ambiente hay un elemento propio de aquella época y que ahora ha dado lugar a pequeñas obras de arte arquitectónicas. Se trata de los close que vendrían a ser los tradicionales callejones que pueden encontrarse en cualquier ciudad, sin embargo cuentan con unas peculiaridades distintivas.
Y es que todos ellos tienen un nombre, que normalmente van asociados con determinadas profesiones. La mayoría de ellos son de propiedad privada, por lo que el turista apenas puede echar un vistazo desde el exterior. Entre los más conocidos está el Advocate's close o el Mary King's close.
A mí me encantaron, recomiendo que vayáis de visita por allí.
Da un pelin de miedo. Me parece muy acertado el blanco y negro y el viñeteado. Me gusta.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Gracias por tus consejos amiga, siempre me ayudan a progresar :))
EliminarLa verdad es que Edinburgo está llena de callejuelas para perderte y tener esa sensación de retroceder al pasado. Aún hay callejones más oscuros pero a mí me encanta.
Un abrazo.
Y es que no hay nada como visitar los rincones de una ciudad. Me gusta mucho la foto ^^
ResponderEliminarGracias Vero, a tí también te gustaría esta ciudad por la magia y el misticismo que están grabados en las piedras. A ver si algún día podemos hacer un viaje juntas :))
EliminarMe gusta la fotografía. Perspectiva, encuadre y una edición acertada para transmitir esa inquietud que desprende el lugar.
ResponderEliminarUn abrazo Candi.
Gracias David por tus comentarios, me alegro que te haya gustado!!
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